A veces es cuestión de tiempo. Las cosas que siempre estuvieron siguen estando y se transforman.
Hace 40 años mi abuela se compró un poncho. Tenía frío por las mañanas y un día vio uno que le gustó a muy buen precio. Meses después, viajó a Europa y pensó que también serían frías las mañanas por ahí.
Mi abuela nació en medio de la guerra del Chaco. Su madre murió muy joven y desde pequeña se las rebuscó para trabajar. A los 30 años ella conoció a un hombre cordobés que le gustó un poco más. Quedó embarazada de mi mamá y al año de mi tía. Con una hija que apenas caminaba y la otra de unos pocos meses decidió separarse y alquilar una habitación. Juntó lo suficiente para comprar un terreno y construyó con ayuda de la hermana una pequeña casita.
Mi abuela nunca quiso hablar mucho de ese hombre, pero una vez me contó que también tenía un poncho. Me contó que por las mañanas hacía mates y la abrazaba con el poncho cerca del brasero.
Hoy mi abuela tiene 84 años, ya apenas puede moverse por sus huesos descalcificados. En Agosto fui a verla y ella había sacado al sol su poncho gris. Cuando me lo dio, me pidió que sintiera el olor a recién lavado y me dijo "Acá ya no hace frío por las mañanas, en Buenos Aires sí". Mientras volaba de regreso a casa ese poncho me abrazaba y yo leía "El joyero" de Piglia. El Flaco Pura le entregaba la virgencita de yeso a El Chino con oro dentro la última vez que se vieron, antes de morir. Mi abuela sigue con vida, solo pasaron unos meses. Sin embargo, pienso con angustia eso de "la última vez"
domingo, 1 de octubre de 2017
París y los treinta
Recibí las 00 rodeada de un equipo de mujeres maravillosamente humanas y profesionales. Me reí. Me reí hasta el dolor de panza y bebí alcohol hasta el dolor de cabeza.
Amo a la Facultad de Sociales con todo mi ser y me enloquece cada día más mi carrera. A traves de la fotografía voy descubriendo todo un universo y aprendo cada día más a mirar y a usar mejor el foco.
Tengo un trabajo que no me gusta lo suficiente. Soy obrera de la privilegiada clase media que puede ser pobre y recibir educación al mismo tiempo. Mi psicologa es un aparato mundial y única que me deja comer mandarinas en las sesiones.
Ser tía es una de las cosas más hermosas que me pasó rn la vida. Compartir, jugar y acompañarlos es felicidad.
Monsanto y toda su mierda es lo peor de este mundo. Sufro viendo documentales, de hecho amo sufrir, y consumo verduras organicas agroecologicas.
Mi padres no son los mejores del mundo, la mayoría del tiempo son unos pendejos medio pelotudos que son humanos y hacen lo que todos: lo que saben, lo que pueden y lo que les da. Los acepto y los amo así.
Las pibas de la Secretaría de Diversidad y Géneros son el colectivo que más profundamente me abrazó: crecemos, aprendemos, escuchamos, debatimos... aprendí lo que significa el lazo político entre mujeres.
A esta altura me considero judeo anarco nihilista absurdita y un buen amigo me sugirió que le agregara "sindicalista". No creo que la biología me determine por lo que cada día me tomo un momento para cuestionarme, soy porque soy un ser social y no por que "nací", soy en la otredad, en la naturalidad de la diferencia
Tengo treinta y le debo al sistema mucho dinero por las tarjetas de credito. Tengo treinta y voy al banco en pijamas, pantuflas y el poncho de mi abuela. Tengo treinta y mi vida sexual es la misma nulidad: antes garchaba con tres a la vez y a lo que va del año tengo acumulados tres polvos. Tengo trienta y me dicen "pero no pareces" y yo no sé cuál es la cara de treinta. Tengo treinta y siento que no le debo nada a esta sociedad, no tengo por qué soportar la vulgaridad del promedio.
París tuvo su "belle epoque"... Yo tengo treinta 💗
Amo a la Facultad de Sociales con todo mi ser y me enloquece cada día más mi carrera. A traves de la fotografía voy descubriendo todo un universo y aprendo cada día más a mirar y a usar mejor el foco.
Tengo un trabajo que no me gusta lo suficiente. Soy obrera de la privilegiada clase media que puede ser pobre y recibir educación al mismo tiempo. Mi psicologa es un aparato mundial y única que me deja comer mandarinas en las sesiones.
Ser tía es una de las cosas más hermosas que me pasó rn la vida. Compartir, jugar y acompañarlos es felicidad.
Monsanto y toda su mierda es lo peor de este mundo. Sufro viendo documentales, de hecho amo sufrir, y consumo verduras organicas agroecologicas.
Mi padres no son los mejores del mundo, la mayoría del tiempo son unos pendejos medio pelotudos que son humanos y hacen lo que todos: lo que saben, lo que pueden y lo que les da. Los acepto y los amo así.
Las pibas de la Secretaría de Diversidad y Géneros son el colectivo que más profundamente me abrazó: crecemos, aprendemos, escuchamos, debatimos... aprendí lo que significa el lazo político entre mujeres.
A esta altura me considero judeo anarco nihilista absurdita y un buen amigo me sugirió que le agregara "sindicalista". No creo que la biología me determine por lo que cada día me tomo un momento para cuestionarme, soy porque soy un ser social y no por que "nací", soy en la otredad, en la naturalidad de la diferencia
Tengo treinta y le debo al sistema mucho dinero por las tarjetas de credito. Tengo treinta y voy al banco en pijamas, pantuflas y el poncho de mi abuela. Tengo treinta y mi vida sexual es la misma nulidad: antes garchaba con tres a la vez y a lo que va del año tengo acumulados tres polvos. Tengo trienta y me dicen "pero no pareces" y yo no sé cuál es la cara de treinta. Tengo treinta y siento que no le debo nada a esta sociedad, no tengo por qué soportar la vulgaridad del promedio.
París tuvo su "belle epoque"... Yo tengo treinta 💗
Bicho de ciudad
Desde la ciudad, el campo parece el espejismo de una isla: está lejos, aparte, no entendemos su lógica ni su realidad. Nosotros, con la tecnología creemos tener acceso a todo: vemos, escuchamos y sentimos desde la televisión y las redes sociales. Las noticias nos llegan junto con la pizza fría y la cerveza caliente que pedimos por delivery. Nos indignamos un rato y la tierra sigue rotando.
Conversamos con opiniones, cada cual con su razón, y nos irrita el resto que no entiende lo que está claro, lo que tiene que ser, cómo deben de ser las cosas. Lo que importa es lo que cada cual ve y siente, ese micro mundo entre cementos y balcones franceses.
Lanata entrevistaba a Jones Huala, referente mapuche, en la cárcel de Esquel mientras yo aprovechaba el 30% del Banco Francés. Entrevista es una palabra rara. Siempre pensé que era un encuentro de dos personas que conversaban, dos miradas, “entre vistas”, dos visiones.
Yo miraba el noticiero: “Wanda Nara se casa por quinta vez”, “Ya es posible hacer un automóvil con soja transgénica”, “Tres pobres mueren de hambre cada minuto”, “Hace 26 grados con 80% de humedad”, “Reducen el presupuesto nacional para la educación”, “Los chocolates aumentarán un 35%”, “Resumen de la entrevista de Lanata a Jones Huala”.
—Alguien ha comprado la tierra, la tierra es privada—dice Lanata ante el reclamo de Huala por esa tierra que su gente la siente sagrada, que la siente de sus ancestros. “¿La tierra es propiedad?”, pensé, “Por supuesto, alquilo porque no soy dueña de esta casa”, me respondí.
— ¡Con razón tanto calor! ¡Qué horror esta humedad!—comenté y seguí comiendo.
Lanata y Huala están en la televisión. Yo los veo. Hablan de recuperación territorial que yo no entiendo. Nadie sabe dónde está un tal Santiago Maldonado, en las redes sociales preguntan por él. Represión, pero ¿Qué es represión? Hablan del gobierno K y sí recibieron entrenamiento de algún grupo de América Latina; aparece el Isis. Yo estoy en contra del Isis porque soy judía, solo por eso ¿Quién le construyó la casa a Lanata? Jorge trabaja desde los 14 años, su reloj lo pagó él, con su esfuerzo. Tiene dos millones de espectadores ¿Quieren hacer un estado aparte? Eso es grave. Todos somos argentinos. Hay quienes parecemos más argentinos que otros, pero eso es otro tema. ¿Quién le hizo el poncho a Jones? ¿Cómo que quiere vivir fuera del capitalismo? No se puede ¿Quién fabrica las computadoras que usan?
Más cosas que me generan dudas: autonomía, tierras productivas y sagradas, lucha entre imperialistas, derechos políticos y territoriales, latifundio, explotación, empresas transnacionales, linaje, mundo intercultural y oligarquía que dice Lanata.
— En la marcha del otro día por este Santiago Maldonado volvieron a pintar las paredes del Cabildo, una vergüenza —dijo la tía Sarah, tan cansada de ver lo mismo hace 60 años.
—No importa si está bien dicho o mal dicho—dijo Lanata. También habló de la audiencia. Huale no tendría espectadores si no fuese por Jorge.
Realmente, ¿Qué es una audiencia? ¿Quiénes somos? El término audiencia viene del latín audientia que quiere decir atención, escuchar atentamente ¿Es posible escuchar atentamente si no entiendo lo conceptos?
Hay una tendencia a nivelar absolutamente todo: Todas las noticias generan lo mismo en el espectador y realmente poco importa desde dónde estamos conversando. Los valores son los de esta ciudad: lo que no se ve, no se percibe y no importa; se siente el gris del cemento. Lo otro está lejos, muy lejos que nadie lo ve, nadie lo siente, nadie lo entiende. El campo se ve desde un cristal, es una realidad tan distante que no tiene nada que ver con nosotros.
"... lo que ocurre es que cada cual llama barbarie a lo que es ajeno a sus costumbres. Como no tenemos otro punto de mira para distinguir la verdad y la razón que el ejemplo e idea de las opiniones y usos de país en que vivimos, a nuestro dictamen en él tienen su asiento la perfecta religión, el gobierno más cumplido, el más irreprochable uso de todas las cosas."
Michel de Montaigne escribe ensayos desde el siglo XVI. Yo trato de hacer uno ahora.
Conversamos con opiniones, cada cual con su razón, y nos irrita el resto que no entiende lo que está claro, lo que tiene que ser, cómo deben de ser las cosas. Lo que importa es lo que cada cual ve y siente, ese micro mundo entre cementos y balcones franceses.
Lanata entrevistaba a Jones Huala, referente mapuche, en la cárcel de Esquel mientras yo aprovechaba el 30% del Banco Francés. Entrevista es una palabra rara. Siempre pensé que era un encuentro de dos personas que conversaban, dos miradas, “entre vistas”, dos visiones.
Yo miraba el noticiero: “Wanda Nara se casa por quinta vez”, “Ya es posible hacer un automóvil con soja transgénica”, “Tres pobres mueren de hambre cada minuto”, “Hace 26 grados con 80% de humedad”, “Reducen el presupuesto nacional para la educación”, “Los chocolates aumentarán un 35%”, “Resumen de la entrevista de Lanata a Jones Huala”.
—Alguien ha comprado la tierra, la tierra es privada—dice Lanata ante el reclamo de Huala por esa tierra que su gente la siente sagrada, que la siente de sus ancestros. “¿La tierra es propiedad?”, pensé, “Por supuesto, alquilo porque no soy dueña de esta casa”, me respondí.
— ¡Con razón tanto calor! ¡Qué horror esta humedad!—comenté y seguí comiendo.
Lanata y Huala están en la televisión. Yo los veo. Hablan de recuperación territorial que yo no entiendo. Nadie sabe dónde está un tal Santiago Maldonado, en las redes sociales preguntan por él. Represión, pero ¿Qué es represión? Hablan del gobierno K y sí recibieron entrenamiento de algún grupo de América Latina; aparece el Isis. Yo estoy en contra del Isis porque soy judía, solo por eso ¿Quién le construyó la casa a Lanata? Jorge trabaja desde los 14 años, su reloj lo pagó él, con su esfuerzo. Tiene dos millones de espectadores ¿Quieren hacer un estado aparte? Eso es grave. Todos somos argentinos. Hay quienes parecemos más argentinos que otros, pero eso es otro tema. ¿Quién le hizo el poncho a Jones? ¿Cómo que quiere vivir fuera del capitalismo? No se puede ¿Quién fabrica las computadoras que usan?
Más cosas que me generan dudas: autonomía, tierras productivas y sagradas, lucha entre imperialistas, derechos políticos y territoriales, latifundio, explotación, empresas transnacionales, linaje, mundo intercultural y oligarquía que dice Lanata.
— En la marcha del otro día por este Santiago Maldonado volvieron a pintar las paredes del Cabildo, una vergüenza —dijo la tía Sarah, tan cansada de ver lo mismo hace 60 años.
—No importa si está bien dicho o mal dicho—dijo Lanata. También habló de la audiencia. Huale no tendría espectadores si no fuese por Jorge.
Realmente, ¿Qué es una audiencia? ¿Quiénes somos? El término audiencia viene del latín audientia que quiere decir atención, escuchar atentamente ¿Es posible escuchar atentamente si no entiendo lo conceptos?
Hay una tendencia a nivelar absolutamente todo: Todas las noticias generan lo mismo en el espectador y realmente poco importa desde dónde estamos conversando. Los valores son los de esta ciudad: lo que no se ve, no se percibe y no importa; se siente el gris del cemento. Lo otro está lejos, muy lejos que nadie lo ve, nadie lo siente, nadie lo entiende. El campo se ve desde un cristal, es una realidad tan distante que no tiene nada que ver con nosotros.
"... lo que ocurre es que cada cual llama barbarie a lo que es ajeno a sus costumbres. Como no tenemos otro punto de mira para distinguir la verdad y la razón que el ejemplo e idea de las opiniones y usos de país en que vivimos, a nuestro dictamen en él tienen su asiento la perfecta religión, el gobierno más cumplido, el más irreprochable uso de todas las cosas."
Michel de Montaigne escribe ensayos desde el siglo XVI. Yo trato de hacer uno ahora.
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