1912
de Kafka
1 de junio: No he escrito nada.
2 de junio: No he escrito nada.
Kafka me recuerda mucho a mi padre. Es casi un cliché.
Me recuerda a su gran biblioteca en la que brillaban la colección completa de Julio Verne, edición de 1987, el mismo año en el que yo nací; Pablo Neruda y toda su obra y otros varios autores rusos. Había un libro rojo, muy gordo y pesado. Era una antología. Ahí estaba Kafka en un título que decía: “Carta a mi padre y otros escritos”.
Lo leí.
Años después, mis padres se divorciaron y él me dejó esa biblioteca. Volví a leer a Kafka.
Lo entendí.
2017 de Neyda
1 de junio: Tampoco he escrito nada.
2 de junio: Tampoco he escrito nada.
105 años después los momentos pueden repetirse.
1 de junio: No he escrito nada.
2 de junio: No he escrito nada.
Kafka me recuerda mucho a mi padre. Es casi un cliché.
Me recuerda a su gran biblioteca en la que brillaban la colección completa de Julio Verne, edición de 1987, el mismo año en el que yo nací; Pablo Neruda y toda su obra y otros varios autores rusos. Había un libro rojo, muy gordo y pesado. Era una antología. Ahí estaba Kafka en un título que decía: “Carta a mi padre y otros escritos”.
Lo leí.
Años después, mis padres se divorciaron y él me dejó esa biblioteca. Volví a leer a Kafka.
Lo entendí.
2017 de Neyda
1 de junio: Tampoco he escrito nada.
2 de junio: Tampoco he escrito nada.
105 años después los momentos pueden repetirse.
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