Comunicación Social-UBA

lunes, 6 de noviembre de 2017

El artista

La sobrecarga es tal que, a veces, un poco de alcohol mitiga la explosión. Hay veces
que los colores del lienzo se mezclan con tiza para darles más vida. Somos locos,
enfermos, misteriosos y jodidos. De traje o de kimono, al autor es trascendental. Él
no existe si no crea; el acto creativo es tan imprescindible como respirar: marcar una
contradicción, morir por una desquiciada idea, dejar una huella en este mundo lleno
de vulgaridades, no ajustarse a ninguna clase, no mendigar aceptación ni perdón. Él
ve cómo nace desde lo recóndito del alma, y siente cómo recorre por las venas una
gran obra maestra.

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