Hay tantas cosas por hacer,
pero hechas dan asco.
A veces (ahora)
ni siquiera somos varón y mujer
ni sano y enfermo
ni triste y feliz.
Entonces,
¿qué sentir?
Tocar el alma y ser dueña de absolutamente todo.
Tocar el alma y ser dueña de absolutamente nada.
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