Pensar en líneas.
Alinear.
Linear…
Las líneas de los dibujos,
las líneas de las palabras;
fases que se desfasen
(se deconstruye para construir).
"nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos"
El orden tiene un orden personal.
¿Qué es lo personal?
¿Qué es ser persona?
Las líneas no siempre son rectas.
Entonces, ¿cuándo se alinean los planetas?
Se escriben líneas de palabras,
las curvas tienen líneas,
se alinean las rectas.
Las fases buscan equilibrarse,
el desfasaje es el abismo entre el tiempo y el espacio en proceso de equilibrarse.
Equilibrarse está en reflexivo.
“una estructura estará en equilibrio siempre y cuando el sujeto sea más activo para
poder compensar las perturbaciones, primero, a través de la inteligencia práctica, y
posteriormente, al anticipar las perturbaciones por medio del pensamiento"
lunes, 6 de noviembre de 2017
Poema II
Hago mil borrones y una cuenta.
Y vuelvo a empezar, aunque no quiera.
Y vuelvo a olvidarme, aunque ya me haya olvidado tantas veces de la misma historia,
una y otra vez.
Y otra vez.
Siempre que usé la lógica me equivoqué.
Cuando dejé de pensar para sentir fue que por fin entendí
que las claves de sol no están en el sol, sino en un sistema sideral.
que las claves de sol no están en el sol, sino en un sistema musical.
Quizás sea matemático.
Quizás ese riesgo desatinado tiene más miedos que certezas
(como corresponde),
pero menos ganas de las que necesita.
Ayer fue otro día.
Suelo pensar en la puesta de sol como un acontecimiento importante.
Miro unos ojos cansados de esperar.
Y vuelvo a empezar, aunque no quiera.
Y vuelvo a olvidarme, aunque ya me haya olvidado tantas veces de la misma historia,
una y otra vez.
Y otra vez.
Siempre que usé la lógica me equivoqué.
Cuando dejé de pensar para sentir fue que por fin entendí
que las claves de sol no están en el sol, sino en un sistema sideral.
que las claves de sol no están en el sol, sino en un sistema musical.
Quizás sea matemático.
Quizás ese riesgo desatinado tiene más miedos que certezas
(como corresponde),
pero menos ganas de las que necesita.
Ayer fue otro día.
Suelo pensar en la puesta de sol como un acontecimiento importante.
Miro unos ojos cansados de esperar.
Poema III
Hay tantas cosas por hacer,
pero hechas dan asco.
A veces (ahora)
ni siquiera somos varón y mujer
ni sano y enfermo
ni triste y feliz.
Entonces,
¿qué sentir?
Tocar el alma y ser dueña de absolutamente todo.
Tocar el alma y ser dueña de absolutamente nada.
pero hechas dan asco.
A veces (ahora)
ni siquiera somos varón y mujer
ni sano y enfermo
ni triste y feliz.
Entonces,
¿qué sentir?
Tocar el alma y ser dueña de absolutamente todo.
Tocar el alma y ser dueña de absolutamente nada.
El artista
La sobrecarga es tal que, a veces, un poco de alcohol mitiga la explosión. Hay veces
que los colores del lienzo se mezclan con tiza para darles más vida. Somos locos,
enfermos, misteriosos y jodidos. De traje o de kimono, al autor es trascendental. Él
no existe si no crea; el acto creativo es tan imprescindible como respirar: marcar una
contradicción, morir por una desquiciada idea, dejar una huella en este mundo lleno
de vulgaridades, no ajustarse a ninguna clase, no mendigar aceptación ni perdón. Él
ve cómo nace desde lo recóndito del alma, y siente cómo recorre por las venas una
gran obra maestra.
que los colores del lienzo se mezclan con tiza para darles más vida. Somos locos,
enfermos, misteriosos y jodidos. De traje o de kimono, al autor es trascendental. Él
no existe si no crea; el acto creativo es tan imprescindible como respirar: marcar una
contradicción, morir por una desquiciada idea, dejar una huella en este mundo lleno
de vulgaridades, no ajustarse a ninguna clase, no mendigar aceptación ni perdón. Él
ve cómo nace desde lo recóndito del alma, y siente cómo recorre por las venas una
gran obra maestra.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
Mezclas
Las mezclas nos hacen, somos sin extremos, complementos que se comprenden, que fluyen y construyen fórmulas inexactas y particulares
El lector
Mi papel y mi lápiz escriben por sí solos. Me quedo… Mientras, el
mundo sigue avanzando, mis días continúan siendo. Todo prosigue, pero yo me
inmovilizo. Ellos se detienen cuando yo soy. Viva está la trascendencia de mis
frases garabateadas, el poder de la palabra escrita. Ella sale de un laúd de
maravillosos recuerdos de esas, mis calles transitadas, en busca de sus propios
destinos.
Todas las teorías quedaron perdidas en alguna feria de libros usados o
en el recorrido de un camino que cambió de dirección inesperadamente-en
realidad, la intención es lo menos importante-. Quizás, las perdí al
premeditarlas. Quizás, ocupaban mucho espacio. Quizás, mi finalidad de
expresarme se pierde en los medios para simplemente decir algo.
¿Ves? No siempre yacemos como queremos. Hay palabras que
nacieron conmigo y en mí, sin elección ni comunión. Ellas son y me dejan ser.
Luego, ya no son mías, pero me siguen llamando. Se sienten hasta en un
saxofón usado en el ´40. Huelo el reciclado y, sin embargo, mis sentidos vacilan
sorprendiéndose frente a iguales estímulos.
Veamos: un texto se borra, se rompe, se pierde, se piensa, se siente, se
escribe... A veces, no en este orden. Solo sé que nadie es testigo de mis noches
literarias. Vos, lector, lees y re-creas... y agregas matices, convirtiendo en tuyo
esto que ya es tan lejano a mí.
Cansada de esperar nuevos comienzos, mi tinta se empieza a
sublevar… Y yo me rindo ante ella y ejerzo su voluntad, a cualquier hora y en
cualquier lugar. El sentido llega cuando nada tiene sentido. Es casi directamente
proporcional.
Hoy resulta necesario, como para concluir el ciclo, ese espectador
capaz de comprender un poco de mi universo paralelo ¿Quién sabe lo que ello
implica? ¿Quién conoce a aquel individuo que interpreta? ¿Quién intensifica su
búsqueda implacable hacia nuevos giros al son de mi canción? ¿Quién recorre
recovecos que yo no había visto, sensaciones que yo no había sentido, pasos
que yo no había bailado? ¿Quién tiene este papel tan relevante?
Diacronía y sincronía se fusionan en un lector que ve surrealismo
donde hubo impresión. Vincula, distingue y separa. Entiende, comprende y
deduce. Me desglosa hasta reducirme a pequeñas piezas. Siente, piensa y se deja
llevar. Se percibe a sí mismo y me percibe a mí misma, incluso antes que yo
pudiese hacerlo. Es quien cierra un proceso irregular y sumamente personal. Lo
necesito tanto como él a mí. No nos conocemos, pero nos hemos
conectado con tanta fuerza que conformamos una trinidad.
Y él, sentado en su banco, en alguna tarde de algún parque cualquiera,
con algún ruido y con algún silencio, abre unas páginas en un punto al azar y
vuelve a comunicarse conmigo, con mis palabras, con mis frases, con mis pocas
ganas de una idea y con mi estallido de creación. Ese momento único y
abstracto en que somos perfecta unidad.
mundo sigue avanzando, mis días continúan siendo. Todo prosigue, pero yo me
inmovilizo. Ellos se detienen cuando yo soy. Viva está la trascendencia de mis
frases garabateadas, el poder de la palabra escrita. Ella sale de un laúd de
maravillosos recuerdos de esas, mis calles transitadas, en busca de sus propios
destinos.
Todas las teorías quedaron perdidas en alguna feria de libros usados o
en el recorrido de un camino que cambió de dirección inesperadamente-en
realidad, la intención es lo menos importante-. Quizás, las perdí al
premeditarlas. Quizás, ocupaban mucho espacio. Quizás, mi finalidad de
expresarme se pierde en los medios para simplemente decir algo.
¿Ves? No siempre yacemos como queremos. Hay palabras que
nacieron conmigo y en mí, sin elección ni comunión. Ellas son y me dejan ser.
Luego, ya no son mías, pero me siguen llamando. Se sienten hasta en un
saxofón usado en el ´40. Huelo el reciclado y, sin embargo, mis sentidos vacilan
sorprendiéndose frente a iguales estímulos.
Veamos: un texto se borra, se rompe, se pierde, se piensa, se siente, se
escribe... A veces, no en este orden. Solo sé que nadie es testigo de mis noches
literarias. Vos, lector, lees y re-creas... y agregas matices, convirtiendo en tuyo
esto que ya es tan lejano a mí.
Cansada de esperar nuevos comienzos, mi tinta se empieza a
sublevar… Y yo me rindo ante ella y ejerzo su voluntad, a cualquier hora y en
cualquier lugar. El sentido llega cuando nada tiene sentido. Es casi directamente
proporcional.
Hoy resulta necesario, como para concluir el ciclo, ese espectador
capaz de comprender un poco de mi universo paralelo ¿Quién sabe lo que ello
implica? ¿Quién conoce a aquel individuo que interpreta? ¿Quién intensifica su
búsqueda implacable hacia nuevos giros al son de mi canción? ¿Quién recorre
recovecos que yo no había visto, sensaciones que yo no había sentido, pasos
que yo no había bailado? ¿Quién tiene este papel tan relevante?
Diacronía y sincronía se fusionan en un lector que ve surrealismo
donde hubo impresión. Vincula, distingue y separa. Entiende, comprende y
deduce. Me desglosa hasta reducirme a pequeñas piezas. Siente, piensa y se deja
llevar. Se percibe a sí mismo y me percibe a mí misma, incluso antes que yo
pudiese hacerlo. Es quien cierra un proceso irregular y sumamente personal. Lo
necesito tanto como él a mí. No nos conocemos, pero nos hemos
conectado con tanta fuerza que conformamos una trinidad.
Y él, sentado en su banco, en alguna tarde de algún parque cualquiera,
con algún ruido y con algún silencio, abre unas páginas en un punto al azar y
vuelve a comunicarse conmigo, con mis palabras, con mis frases, con mis pocas
ganas de una idea y con mi estallido de creación. Ese momento único y
abstracto en que somos perfecta unidad.
Inspiración
Inspiración
Curación.
Saturación.
Restauración.
Transpiración.
Estructuración.
Reelaboración.
Evaporación.
Operación.
Oración.
Ración.
Necesidad y desesperación. Momento práctico.
Espacios: vacíos y llenos. Luces, colores y melodías.
Mis pensamientos.
Mis sentimientos.
Mis emociones.
Mis transformaciones personales.
Mis transformaciones sociales.
Mis movimientos.
Mis partes del cuerpo.
Escribir y reescribir. Borrón y cuenta nueva. Silencio. Volver a empezar de
nuevo. Aire.
Técnica, forma, regla, norma, excepción, suposición, consigna, paradigma,
conclusión, entendimiento, entrelíneas, doblesentidos, doblecolores,
doblegación. Se recorre un camino único e íntimo
en la construcción de una obra. Sangra el alma, se degarra la carne. Todo es
hasta que las cosas sean carne de tu carne y huesos de tus huesos.
Así como dios. Así como ellos. Así como ellas.
Curación.
Saturación.
Restauración.
Transpiración.
Estructuración.
Reelaboración.
Evaporación.
Operación.
Oración.
Ración.
Necesidad y desesperación. Momento práctico.
Espacios: vacíos y llenos. Luces, colores y melodías.
Mis pensamientos.
Mis sentimientos.
Mis emociones.
Mis transformaciones personales.
Mis transformaciones sociales.
Mis movimientos.
Mis partes del cuerpo.
Escribir y reescribir. Borrón y cuenta nueva. Silencio. Volver a empezar de
nuevo. Aire.
Técnica, forma, regla, norma, excepción, suposición, consigna, paradigma,
conclusión, entendimiento, entrelíneas, doblesentidos, doblecolores,
doblegación. Se recorre un camino único e íntimo
en la construcción de una obra. Sangra el alma, se degarra la carne. Todo es
hasta que las cosas sean carne de tu carne y huesos de tus huesos.
Así como dios. Así como ellos. Así como ellas.
La clave
Siempre que usé mi lógica me equivoqué.
Cuando dejé de pensar para vivir fue que por fin entendí que las claves de sol no están en el sol sino en un sistema sideral.
Cuando dejé de pensar para vivir fue que por fin entendí que las claves de sol no están en el sol sino en un sistema sideral.
Henry Miller
Pensar en escribir.
Pensar no como el acto reflexivo previo a la escritura sino como la combinación holística de momentos que estallaron en palabras.
Sentarme horas, a veces días.
Escuchar el dictado del estallido de palabras y volcarlos en cualquier pedazo de papel.
(O tal vez en el celular)
¿Por qué una obra tiene éxito?
¿Por qué un texto es considerado cuento o no?
¿Quién se para frente a una poesía a criticarla?
Hemos conseguido infinidad de combinaciones.
Fueron, son y siguen estando.
Palabras prestadas, personales, privadas, mudas, efímeras, compuestas, inventadas, eternas y silenciadas.
Otros, nosotros, yo.
"Podrán decir ustedes que esta obra maestra es nada más que un accidente, y así es. Pero también los es el Salmo 23. Todo nacimiento es milagroso... e inspirado. Lo que ahora surge entre mis ojos es el resultado de innumerables errores, retrocesos, borratinas, vacilaciones; también es el resultado de una certeza. Ustedes dirán que se debe al cepillo de uñas y al agua. Háganlo, por favor. Digan que se debe a todos y a todas las cosas. Que se debe al Dante, a Spinoza, a Jeronimus Bosch. Al Debe y al Haber, Sociedad Anónima. Pongan en el libro del día Tante Melia. Así. Hagan un balance. Se equivocan por un penique, ¿eh? Si ustedes pudieran sacarse un penique del bolsillo y equilibrar los libros, seguramente lo harían. Pero ustedes ya no están jugando con verdaderos peniques. No existe una máquina lo bastante hábil como para detectar, como para oponerse a este penique que no existe. El mundo de la realidad y el fraude está detrás de nosotros. De lo tangible hemos inventado lo intangible"(Henry Miller, "Primavera negra", 1974)
Pensar no como el acto reflexivo previo a la escritura sino como la combinación holística de momentos que estallaron en palabras.
Sentarme horas, a veces días.
Escuchar el dictado del estallido de palabras y volcarlos en cualquier pedazo de papel.
(O tal vez en el celular)
¿Por qué una obra tiene éxito?
¿Por qué un texto es considerado cuento o no?
¿Quién se para frente a una poesía a criticarla?
Hemos conseguido infinidad de combinaciones.
Fueron, son y siguen estando.
Palabras prestadas, personales, privadas, mudas, efímeras, compuestas, inventadas, eternas y silenciadas.
Otros, nosotros, yo.
"Podrán decir ustedes que esta obra maestra es nada más que un accidente, y así es. Pero también los es el Salmo 23. Todo nacimiento es milagroso... e inspirado. Lo que ahora surge entre mis ojos es el resultado de innumerables errores, retrocesos, borratinas, vacilaciones; también es el resultado de una certeza. Ustedes dirán que se debe al cepillo de uñas y al agua. Háganlo, por favor. Digan que se debe a todos y a todas las cosas. Que se debe al Dante, a Spinoza, a Jeronimus Bosch. Al Debe y al Haber, Sociedad Anónima. Pongan en el libro del día Tante Melia. Así. Hagan un balance. Se equivocan por un penique, ¿eh? Si ustedes pudieran sacarse un penique del bolsillo y equilibrar los libros, seguramente lo harían. Pero ustedes ya no están jugando con verdaderos peniques. No existe una máquina lo bastante hábil como para detectar, como para oponerse a este penique que no existe. El mundo de la realidad y el fraude está detrás de nosotros. De lo tangible hemos inventado lo intangible"(Henry Miller, "Primavera negra", 1974)
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